La Asociación Española de Anunciantes (aea) considera que la reforma  de la  Ley  de  Propiedad  Intelectual  aprobada  en  el Congreso de  los  Diputados perjudica al sector y al fortalecimiento de la publicidad digital al apostar por una regulación sancionadora, en lugar de incidir en los mecanismos de autorregulación propuestos por la industria que tan buenos resultados han dado a lo largo de los últimos años en otros sectores de igual complejidad.

La Asociación Española de Anunciantes considera negativa la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual

La Asociación Española de Anunciantes (aea) considera que la reforma  de la  Ley  de  Propiedad  Intelectual  aprobada  en  el Congreso de  los  Diputados perjudica al sector y al fortalecimiento de la publicidad digital al apostar por una regulación sancionadora, en lugar de incidir en los mecanismos de autorregulación propuestos por la industria que tan buenos resultados han dado a lo largo de los últimos años en otros sectores de igual complejidad.

Las empresas anunciantes son las primeras interesadas en que se respeten, en todos los ámbitos, los derechos de propiedad intelectual, de los que son usuarios y titulares, y son muy conscientes de las pérdidas que la piratería en Internet puede ocasionar a sus creadores, entre los que se encuentran, y a la administración.

La reforma de Ley pretende atribuir a las empresas anunciantes responsabilidades de control previo sobre unos contenidos que deberían corresponder exclusivamente a la propia administración como garante de la legalidad vigente, al establecer que no se puede imponer a los prestadores de servicios de la sociedad de la información un deber de supervisión sobre los datos que transmiten.

Con la reforma de Ley aprobada se introducen conceptos como “el servicio de intermediación” que no son aplicables a la función de la actividad publicitaria, además de establecerse sanciones para los anunciantes y medios de pago frente a la responsabilidad de los infractores.

La aea lamenta que el trabajo intenso llevado a cabo junto con la administración no se haya traducido al  final,  en  el  proceso  legislativo, en un  texto  alternativo,  al  haberse  optado decididamente por un modelo sancionador, en algunos casos caótico y desproporcionado.

Por otra parte consideran sorprendente que, dada la experiencia demostrada por los mecanismos de co‐regulación y autorregulación para proporcionar un alto grado de protección a los consumidores, no se opte por esta vía que posibilitaría que no desaparezca una creciente actividad legal y productiva de desarrollo  de  nuevos  contenidos  en Internet  que  necesitan  de  la  publicidad  para  su crecimiento y que son el presente y futuro de la sociedad de la información.