Biwenger, el futbol fantasy mánager oficial de Diario AS, el más jugado de España y uno de los más jugados de Europa con 2,4 millones de usuarios, lanza una nueva campaña en bares de la Comunidad de Madrid de la mano de su agencia Havas Creative.
La campaña nace con un doble objetivo: por un lado, reunir al mayor número de usuarios creando conexiones entre ellos, y por otro, solucionar el problema de los ‘clausulazos’, es decir, los fichajes que se hacen a un rival a traición y que generan muchos piques entre los usuarios, uno de los elementos más icónicos de este juego. AS Biwenger quería acabar con esta tensión, pero no quería hacerlo de forma convencional utilizando un contrato al uso. Así, la solución vino dada analizando lo que sucede en la vida real a la hora de cerrar grandes fichajes de la historia del fútbol. Muchos de ellos se cierran en bares y restaurantes, donde presidentes y jugadores se dan cita para terminar de negociar y acabar firmando con lo que tienen más a mano: una servilleta.
Por ello, Havas Creative, la agencia creativa responsable de la ideación y desarrollo de esta simpática acción ha seleccionado la hostelería y en concreto las servilletas, como soporte publicitario para dar a conocer AS Biwenger entre el target objetivo. Porque los bares son además lugares claves donde se reúne la gente para jugar a AS Biwenger y celebrar las victorias. La activación estará disponible en gran parte de la red de bares suscriptores del Diario AS.
“Teníamos que hacer algo para que Biwenger convirtiera esos piques tan característicos de nuestro Fantasy en algo que, en realidad, les uniese más, una experiencia que juntase a nuestros usuarios traspasando pantallas y les diera otra herramienta para sentirse presidentes”, explica el equipo de Marketing de Diario AS.
Para Borja Álvarez, director creativo de Havas Creative: “Estamos muy orgullosos de esta campaña en la que hemos encontrado una solución excepcional para impactar a los jugadores de Biwenger, ofreciéndoles una divertida solución para acabar con los temidos clausulazos, utilizando un original soporte publicitario como las servilletas de los bares”.