Presentamos una nueva entrega de “El Editorial” por Miguel Ángel Corrales, Editor y Presidente de La Publicidad, referente al número impreso de Enero de 2022. Aprovechando este artículo de opinión queremos informarles que ya tienen disponible nuestro número 61 en las sección de nuestra web; Kiosko Digital.
"Las campanadas han pasado y la cuenta atrás para el nuevo año ha terminado. Ya estamos en 2022 y hemos superado un año que comenzó lleno de esperanza para normalizar nuestras vidas y el consumo.Aunque también con disgustos; Miguel Ángel Sanchez Revilla nos dejaba hace un año en estas fechas, también otros grandes publicitarios como Miguel Ángel Furones o Jaime Silanes entre otros fallecieron durante 2021.
Los datos que nos llegaban de inversión mes a mes indicaban que industria de la publicidad comenzaba a remontar, también la economía, y gracias a las vacunas doblegamos al maldito bich. Pensamos que le habíamos vencido y todo parecía volver a como éramos antes de la crisis provocada por esta nefasta pandemia. El último trimestre llego lleno de esperanza, aunque los datos de previsión de crecimiento por parte del gobiernos no coincidían con los de El Banco de España o de otros organismos económicos internacionales.
Las campañas dedicadas a productos navideños venían con un denominador común: Por fin nos podemos reunir y abrazar como antes, abuelos, nietos, padres madres y hasta cuñados. Un sentimiento genera. Los bares y restaurantes estaban llenos, la hostelería ponía el cartel de no hay habitaciones en los” puentes” de octubre, noviembre y diciembre.
Los datos que nos llegaban confirmaban la recuperación del sector publicitario, que, aunque todavía no estábamos a nivel de antes de la crisis provocada por la pandemia....sí evolucionábamos. Más bien “progresando adecuadamente”.
Infoadex en su último informe publicado indicaba como la inversión publicitaria crece un 1,5% en el mes de noviembre de 2021, respecto al periodo equivalente del año anterior.Esta cifra es un dato que da esperanza sobre cómo será la evolución del 2022, ya que si comparamos el dato con noviembre de 2019 solo estaríamos a -5,6% de la inversión que existía antes de la crisis pandémica.
Sin embargo todos los buenos deseos de estas entrañables fiestas, esas reuniones sin mascarillas y plagadas de besos y abrazos, donde familiares y amigos se volvían a reencontrar, esas fiestas y comidas de empresa con la justificación navideña, se han estropeado debido a una nueva cepa del maldito virus; OMICRON. Esta nefasta palabra de moda que ha fastidiado las celebraciones familiares y anulado los eventos de empresa que no se habían celebrado, el contagio ha sido masivo paralizando empresas y anulando incluso vuelos, trenes o partidos de futbol por no poder estar las plantillas al completo, otra vez estamos bailando dando pasitos adelante y volviendo atrás, con comunidades que restringen el ocio y el turismo afectado. No es extraño que este año hayamos descubierto que un 10% de la población consume ansiolíticos, nuevamente la incertidumbre y el miedo se han apoderado de todos.
Descubrimos que el recibo de la luz subía de forma exponencial, que se originaba una inflación que ya habíamos olvidado, que ciertos componentes tecnológicos no llegaban, que algunos fabricantes de automóviles tenían que parar, que el papel escaseaba para las imprentas, que el transporte se encarecía y que llenar el depósito de los automóviles nos costaba más caro. Algunos ministros y decidían castigar a la publicidad por transmitir mensajes comerciales que le encargan sus clientes, ya que esta, la publicidad parece que es la culpable de todo, también parece son culpables de lo que fabrican sus a anunciantes aunque sean productos autorizados buenos para pagar impuestos.
Esperemos que la iniciativa de la plataforma “Publicidad SÍ” que aglutina a las principales asociaciones de nuestra industria tenga buena acogida en sus reclamaciones y no llegue la sangre al río. En cualquier caso el sector parece no acaba el año con talante optimista y esta con ciertas dudas.
Pero esta oleada al igual que las anteriores que hemos sufrido decaerá en unas semanas. La economía va aprendiendo a convivir con las consecuencias de este perverso bicho, y también nuestra industria, que ha sido de las mejores en adaptarse al teletrabajo y no ha dejado de crear y ayudar a trasformar nuestra sociedad.
Debemos ser optimistas y superar nuestras dudas y apostar por un 2022 en que volvamos a recuperar nuestra industria y volvamos a los niveles de 2022, brindemos por él".