Presentamos una nueva entrega de “El Editorial” por Miguel Ángel Corrales, Editor y Presidente del Periódico PublicidAD, referente al número impreso de junio de 2022. Aprovechando este artículo de opinión queremos informarles que ya tienen disponible nuestro número 66 en las sección de nuestra web; Kiosko Digital.
"Tras la aprobación, el pasado jueves 26 de mayo, de la Ley General de Comunicación Audiovisual por el Congreso de los Diputados, la Asociación Española de Anunciantes alerta de las consecuencias negativas que tendrá para los intereses de los anunciantes y por tanto de la industria publicitaria.
Por una parte, incrementa la posibilidad de emitir más anuncios por hora, tanto en los canales de televisión en abierto como de pago y por tanto se podrá aumentar la saturación publicitaria en el medio televisión con la ampliación de los bloques publicitarios en las franjas de mayor audiencia con el peligro de que decaerá la eficacia de la publicidad televisiva al incrementar el hartazgo aún más del sufrido telespectador.
Por otra parte, la ley aprobada no hace una apuesta por la corregulación y la autorregulación. Ya que el proyecto de Ley deja en manos de las de las administraciones la posibilidad de establecer restricciones adicionales que no estén acordadas. Se establecen nuevas directrices respecto a ciertos aspectos publicitarios como la prohibición absoluta de la publicidad subliminal o comunicación comercial de bebidas alcohólicas, se prohíbe que la publicidad de estos productos “se dirija específicamente a menores, y de la impresión de que su consum contribuye al éxito social o sexual, o lo relacione con ideas o comportamientos que expresen éxito personal, familiar, social, deportivo o profesional”. Ojo, creativos, y cuidadín.
Por otro lado, se podrá emitir la publicidad de bebidas alcohólicas de alta graduación en televisión, concretamente a partir de la una de la madrugada.
También entre otras modificaciones recogidas en el anteproyecto destaca la mención explícita al respeto a la igualdad y a la no discriminación por cuestión de género. En esta línea, el documento incorpora la promoción de códigos de autorregulación que protejan a los usuarios frente a contenidos que puedan atentar contra la dignidad de la mujer o fomenten valores sexistas, discriminatorios o estereotipados. Además, y por primera vez, extiende esta obligación a las empresas de internet (denominadas plataformas de intercambio de vídeos) y a las redes sociales cuando difunden contenidos audiovisuales.
Nuevamente se legisla sobre la industria publicitaria sin escuchar a los protagonistas.
Tampoco ha gustado a las productoras. Su definición de productor independiente, que abarca a grandes productoras que podrían estar vinculadas a Atresmedia y Mediaset y que, en consecuencia, según los productores independientes, les hace ser menos competitivos. La consecuencia es que tendrían que repartir con las productoras vinculadas a los grandes canales televisivos el 3,5% de los ingresos obtenidos por las grandes plataformas como Netflix o Disney.
También el sábado 28 de mayo entró en vigor la modificación de la Ley General para defensa de los consumidores y de la Ley de competencia desleal. Este cambio obliga a que los empresarios dejen claro que las opiniones publicadas han sido de consumidores que han comprado y usado el producto. El incumplimiento de estos requisitos será considerado una práctica desleal por engañosa. Las compañías deberán garantizar el realismo de las opiniones, las faltas muy graves pueden llegar al millón de euros. Pero siempre existen atajos para falsear el comentario, es fácil que el consumidor sea real, pero sea un consumidor incentivado con bonos para que su opinión sea siempre favorable. Las opiniones falsas crean y posicionan productos que no lo merecen. Existe estudios que advierten que las opiniones falsas son cada vez más frecuentes y que están dañando la reputación de las marcas.
La inflación, tal y como confirma el IPC, adelantado del mes de mayo, está rozando los dos dígitos. Esta si tuación esta provocando que más de la mitad de los españoles (55%) se sienta enfadado según una investiga ción de The Cocktail, según estos datos, el 80% de los españoles asegura que ante escalada de los precios tiene previsto dejar de consumir, algo especialmente notorio en productos o servicios relacionados con el ocio y el bienestar que con las necesidades básicas. Entre las actividades que ya están recibiendo reducción de presupuestos están los viajes seguido de bares o restaurantes, pero a lo que no están dispuestos a renunciar es al móvil y a internet, los productos para bebes y al vehículos propio, a pesar de los lloros en los telediarios por la subida de los combustibles, así que enhorabuena a estos anunciantes".