En el marco del 25º aniversario de su nombramiento como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la Universidad de Alcalá, de la mano de la agencia creativa independiente Ernest, vuelve a desarrollar una acción de comunicación inédita y disruptiva.
Se trata de la ideación y realización de la obra de teatro, 399 años después. La historia de Francisca de Pedraza y Álvaro de Ayala narra cómo la primera mujer española en denunciar la violencia de género consiguió, en 1624, una histórica sentencia favorable en la corte de justicia de la Universidad de Alcalá, dictada por su Rector, Álvaro de Ayala.
Pero en este caso, lo que comienza como una obra al estilo del teatro español del Siglo de Oro, sorprende con un giro inesperado cuando, en su tercer acto, la protagonista -encarnada por la actriz Paula Susavilla- da un salto en el tiempo para convertirse en Mari Carmen, otra víctima real -pero de 2023-. Tenía 39 años cuando fue asesinada por su marido, a comienzos de este mismo año, también en España.
La sentencia del Rector de la Universidad de Alcalá, en 1624 fue pionera y marcó un antes y un después en la protección de la mujer, al condenar al acusado con una orden de alejamiento, la separación de bienes, la indemnización por los daños causados y la disolución de su matrimonio. Entonces, Francisca desafió las convenciones sociales y legales del siglo XVII al luchar contra un matrimonio abusivo, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y empoderamiento femenino.
Cuatro siglos más tarde, la misma Universidad de Alcalá, junto a Ernest y con la dramaturgia de César Barló, no solo recrean y dan luz a su historia, sino que la enlazan con la actualidad. Mari Carmen, se enfrentó a la misma violencia y, a pesar de todo lo que se ha avanzado en la lucha contra esta lacra social, tuvo el peor de los resultados posibles.
D. José Vicente Saz Pérez, Rector de la Universidad de Alcalá, declaró: “Se trató de una sentencia absolutamente novedosa de hace 400 años, pero que también lo hubiera sido hace 50”.
Paula Susavilla, actriz, apuntó: “Fue una mujer valiente, que decidió verbalizar el maltrato que estaba sufriendo. Se puede considerar como la primera mujer que denunció a su marido y tras varios juicios, consiguió separarse de él. Es muy difícil enfrentarse a esto sola, aunque se sufra sola. La lección que nos da Francisca es que hay que apoyarse en las personas, en la justicia. Ella necesitaba a alguien con poder y esa persona fue el Rector Álvaro de Ayala”.
Nacho Guilló, director creativo general en Ernest, declara: “Trabajar en la denuncia de temas tan sensibles y dolorosos nunca es fácil. Esperamos que nuestra humilde aportación para encontrar nuevas formas de dar visibilidad a esta lacra insoportable contribuya a minimizarla hasta verla desaparecer". Por su parte Marta García Viudes, Head of Live Experiences en Ernest, declara: “Si en la experiencia inmersiva que es el teatro, recrear un escenario significativo es clave para ayudar a los actores a sintonizar con sus personajes y cautivar al público, poner en escena esta obra en un espacio como el paraninfo de la Universidad de Alcalá lleva este proyecto a otra dimensión”.