Ser un 'Kidult', una tendencia que va en aumento

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Aunque no es algo nuevo (sólo hay que recordar la entrañable película BIG protagonizada por Tom Hanks), sí que es una tendencia al alza. Los Kidults, adultos que buscan todo tipo de juguetes relacionados con su infancia y los personajes que le marcaron durante sus etapas más infantiles, son cada vez más. Ya sea por coleccionismo o por ocio, para muchos volver a las  construcciones, maquetas o puzles… suponen una forma de recuperar o volver a la niñez, en algunos casos ¿por qué no? con tintes nostálgicos. “La compra y el coleccionismo de juguetes en adultos puede interpretarse como una forma de escapismo psicológico que proporciona un refugio temporal de las demandas y tensiones de la vida adulta. Este comportamiento refleja la búsqueda de momentos de ocio y recreación que contrarresten el ritmo acelerado y exigente de la vida moderna”, señala Clara de Asís Ramos, psicóloga infantil en un centro de atención temprana y colaboradora de Colorbaby, que analiza este fenómeno, a sus protagonistas y los posibles beneficios de volver a jugar como niños.

¿Quiénes son los kidults?

El término nace de la combinación de las palabras en inglés kid (niño) y adult (adulto). Una mezcla que define a personas maduras de entre 25 años y hasta 50 o más, que por afición o coleccionismo quieren recuperar juegos y juguetes de su infancia, en una nueva versión adaptada a ellos. En general, sus aficiones se centran en juegos de mesa, coleccionismo (coches, cómics…) o figuras de acción, con los que tratan de recuperar aquellas piezas que quizá no tuvieron en sus años infantiles y que ahora pueden permitirse económicamente, ya que su foco es la calidad y no tanto el precio.

Como dato relevante, cabe destacar que la compra de este tipo de juguetes supone en España el 26% del mercado total de ventas del sector.

¿Sufren los kidults el síndrome de Peter Pan?

En ocasiones se ha querido comparar a estos adultos aficionados a los juguetes con aquellos que sufren el llamado síndrome de Peter Pan (adulto que actúa como un niño). “Aunque tienen ciertas similitudes, la diferencia clave radica en cómo se manifiestan estas tendencias en la vida cotidiana de los individuos. Mientras que los kidults pueden disfrutar del coleccionismo y la nostalgia como parte de sus pasatiempos o aficiones, sin que esto interfiera significativamente en sus responsabilidades adultas, el síndrome de Peter Pan implica una resistencia más profunda a asumir los roles y responsabilidades propios de la edad adulta. Esto puede incluir una evitación activa del compromiso laboral, emocional o social, y una tendencia a mantenerse en un estado de inmadurez emocional”, subraya la psicóloga.

¿Por qué volver a jugar con juguetes?

Los juguetes representan objetos cargados de significado emocional y simbólico, y su adquisición puede estar relacionada con la búsqueda de gratificación emocional e impulsada por la nostalgia, queriendo revivir experiencias emocionales positivas asociadas con la infancia. “De hecho, el acto de coleccionar puede servir para mantener un vínculo con el pasado y preservar la identidad personal a lo largo del tiempo. También puede haber una motivación social, ya que el coleccionismo puede facilitar la conexión con otros aficionados y promover la participación en comunidades de intereses compartidos”, resume Clara de Asís Ramos.  

¿Cuáles son los beneficios de jugar con juguetes si eres adulto?

El juego se suele relacionar con la infancia, pero no es solo una actividad propia de esta etapa. El juego es mucho más que el valor educativo y pedagógico que aporta, ya que nos acerca al momento presente y es una de las pocas actividades que se hacen porque sí y no por el resultado.

A los adultos les ayuda a liberar tensiones, a superar momentos de ansiedad, estrés o tristeza, ya que ayuda a desconectar del día a día y de la rutina.

También fortalece la inteligencia emocional y la resiliencia. Pero además jugar aumenta la creatividad, nos hace sentir mejor y mantiene el cuerpo y la mente en forma. ¿Qué más se puede pedir?