Cruzcampo nos pidió nuestros corazones y ahora nos los devuelve. Nuestra selección de fútbol ha vuelto a casa y toda la amplia gama de spots relacionados con nuestro orgulloso equipo y sus orgullosos patrocinadores han desaparecido de las televisiones.

Corazones de ida y vuelta

Cruzcampo nos pidió nuestros corazones y ahora nos los devuelve. Nuestra selección de fútbol ha vuelto a casa y toda la amplia gama de spots relacionados con nuestro orgulloso equipo y sus orgullosos patrocinadores han desaparecido de las televisiones.

Siempre he pensado que a los creativos españoles les gusta poco el fútbol y, menos, sus protagonistas de la selección. Si no, no se entienden las ridículas situaciones que se crean en los anuncios en los que lo mejor que pueden hacer es dar toques de exhibición, que tan poco tienen que ver con la estrategia de producto. Y si los meten dentro de un argumento, dado que ellos, lógicamente, no son actores y tampoco los creativos parecen demostrar mucho interés, los resultados terminan siendo penosos. He aquí un ejemplo:

Reina, además de ser un gran portero, es un auténtico showman y es de los pocos que parece tener buenas dotes de actor. Hace poco, le hemos visto promocionando dos productos tan diferentes como un seguro y unas hamburguesas. En el primer caso -llueve sobre mojado respecto a las campañas de otros años-, los comerciales no pueden tener menos gracia y él no puede estar más ridículo. ¿No hay nadie que le enseñe previamente los guiones?. Y en el caso de las hamburguesas, más de los mismo. Aparte de ello, resulta ser una copia de un rival de hace años, en el que una mujer descubre a su marido de espaldas en una situación comprometida, en aquel caso, hinchando un balón, en el que protagoniza Reina comiendo a escondidas. En ambos casos el protagonista no deja de estar en ridículo...Una lástima.

Por otro lado, la campaña de Hacienda de este año huye de las imágenes preciosistas y de los mundos idílicos para concienciarnos con spots directos y didácticos de la importancia de pagar el IVA y, de esta forma, eliminar progresivamente la economía sumergida...digo yo que también serán culpables las campañas de promoción de las grandes cadenas de electrodomésticos y distribución cuando durante X días anuncian que de lo que compres no te van a cobrar el IVA. ¿Serán culpables estos mensajes de promover esta cultura sumergida, aunque simplemente lo que apliquen sea un descuento equivalente? ¿Y provocan por ello que los consumidores que se acercan al taller o al fontanero pidan la factura sin IVA?

Por último, quiero felicitar a la compañía de la manzana por su magnífico spot de sus aplicaciones deportivas y su estrategia en televisión, al sacar dicho anuncio de forma individual, fuera de bloques...hasta a los que no hacemos deporte nos entran ganas de bajarnos la aplicación y salir a la calle con nuestra camiseta de la selección. Un logro.

Dixit.