No sé cuántas veces (y ya van unas cuantas) hablaré de este libro en esta sección. Los libros eternos son objeto eternamente de revisiones y adaptaciones y Alicia en el País de las Maravillas es uno de ellos. En esta nueva mirada al clásico de Lewis Carroll (1832-1898) la ilustrador francesa Rébecca Dautremer añade un detalle muy particular en la narración gracias a sus dibujos. Se trata del color de pelo de la niña protagonista. El reverendo, que contó este cuento a tres niñas cuando flotaban apacibles sobre un bote en un lago una dulce tarde de verano, se inspiró para crear a Alicia en una de esas jovencitas: Alicia Liddell (1852-1934), una niña morena de ojos asustadizos que también sirvió de modelo para algunade las famosas fotografías del autor de Alicia. Desde que fuera publicada la primera parte del cuento de las aventuras subterráneas de la niña, esta apareció representada como rubia en los dibujos de John Tenniel y, con el tiempo, el cine de Disney, repetiría asimismo para el mundo entero el color de sus cabellos.

Dautremer ilustra el clásico libro de Carroll, Alicia en el País de las Maravillas

No sé cuántas veces (y ya van unas cuantas) hablaré de este libro en esta sección. Los libros eternos son objeto eternamente de revisiones y adaptaciones y Alicia en el País de las Maravillas es uno de ellos. En esta nueva mirada al clásico de Lewis Carroll (1832-1898) la ilustrador francesa Rébecca Dautremer añade un detalle muy particular en la narración gracias a sus dibujos. Se trata del color de pelo de la niña protagonista. El reverendo, que contó este cuento a tres niñas cuando flotaban apacibles sobre un bote en un lago una dulce tarde de verano, se inspiró para crear a Alicia en una de esas jovencitas: Alicia Liddell (1852-1934), una niña morena de ojos asustadizos que también sirvió de modelo para algunade las famosas fotografías del autor de Alicia. Desde que fuera publicada la primera parte del cuento de las aventuras subterráneas de la niña, esta apareció representada como rubia en los dibujos de John Tenniel y, con el tiempo, el cine de Disney, repetiría asimismo para el mundo entero el color de sus cabellos.

Dautremer ha op tado por representar a Alicia con un aspecto más perecido a las fo tografías de la niña real, lo que no significa que
sus grandes ilustraciones esténcarentes de la magia que destila todo el cuento. Unas ilustraciones detallistas, impresionantes y realizadas con técnicas tradicionales del dibujo. En unas declaraciones en la El ojo crítico de RNE, la artista francesa afirmaba
ser contraria al uso indiscriminado delordenador como herramienta para todo y apostaba por recuperar la riqueza de matices que pueden transmitir los dibujos hechos a mano. el resultado, desde luego, no puede ser más espectacular. Y hay que decir, también que la edición del libro es abrumadora: gran formato, lomos coloreados, papel de lujo, reproducciones muy cuidadas y, por supuesto, la versión completa del texto en una traducción directa de la versión francesa. Es sin duda, una oportunidad para releer este clásico y un libro insuperable para hacer (o hacerse) un regalo inolvidable.

LEWIS CARROLL /
RÉBECCA DAUTREMER
Alicia en el País de las Maravillas
(Edelvives, 2011)