Por fin llega a los cines una de las películas más esperadas de los últimos tiempos, principalmente gracias a la cumbre que se alcanzó con “El Caballero Oscuro”, posiblemente el mejor filme del subgénero de superhéroes del cómic.
El caballero oscuro: La leyenda renace
Por fin llega a los cines una de las películas más esperadas de los últimos tiempos, principalmente gracias a la cumbre que se alcanzó con “El Caballero Oscuro”, posiblemente el mejor filme del subgénero de superhéroes del cómic.
“El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace” es el broche final de la trilogía del hombre murciélago que con tanto acierto ha dirigido Christopher Nolan; una esplendorosa etapa que arrancó en 2005 con el estreno de “Batman Begins” y que finaliza ahora con esta tercera entrega, puesto que el director ha dado por concluida su visión del mítico personaje creado por Bob Kane.
Con más de dos horas y media de metraje llega elespectacular desenlace de la saga protagonizada por un Christian Bale que ya se ha ganado sobradamente al público como Batman. Un Batman que viene más contundente que nunca y un Bruce Wayne en plena crisis tras años de tranquilidad en Gotham se enfrentarán a la nueva amenaza encarnada en Bane; presentado como un terrorista de apariencia y métodos brutales con una máscara incrustada en el rostro cuyos fines no se muestran inicialmente nada claros. Un personaje al que Tom Hardy aporta gran carisma y aterradora fuerza.
En el cóctel explosivo tenemos un elenco de lujo en el que se mantienen grandes actores como Michael Caine, Morgan Freeman o Gary Oldman; y se presentan nuevos e importantes personajes encarnados por Marion Cotillard, Joseph Gordon-Levitt y una brillante y sorprendente Anne Hathaway que protagoniza algunos de los mejores momentos de la cinta.
La compleja trama parte de la calma para ir creciendo a un ritmo magistral hasta cotas de espectacularidad que se mantienen en un tramo final frenético. La frialdad, elegancia áspera, la contundencia y el realismo del Batman de Nolan siguen llenándolo todo en una película que avanza a golpe de escenas de acción formidables y de oscuro dramatismo, con alguna salida de tono y un desenlace final poco lucido, pero que cierra la trilogía de manera notable ofreciendo revelaciones del pasado de los personajes, conexiones entre las otras entregas y muchísimo entretenimiento de alto nivel.
Batman se despide por todo lo alto de las pantallas hasta nuevo aviso y es probable que coseche merecidos premios en todas sus formas y se vaya satisfecho del trato recibido por parte de un caballero como Christopher Nolan.
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