Estudio de Comunicación y Servimedia presentan el estudio “Bulos y Desinformación”, que ha sido presentado por la Ministra Portavoz del Gobierno, y ha tenido como objetivo conocer quién promueve los bulos y la desinformación, cómo se difunden y qué efectos producen en la sociedad.
El estudio pone de manifiesto que tanto el público en general como los periodistas y comunicadores creen que todos somos culpables de la creación y difusión de bulos y desinformación, y que la educación, la formación de la ciudadanía y de los futuros periodistas son los mejores caminos para evitar los efectos negativos del engaño y la manipulación.
Con un aumento de casos tras la pandemia, tanto el público en general como los periodistas y comunicadores creen que todos somos culpables de la creación y difusión de bulos (fake news) y desinformación. Los profesionales de la comunicación opinan que las falsedades de tipo político son las que más afectan a la ciudadanía, mientras que el resto de los participantes señalan que son las de tipo social las que más problemas pueden causar.
La principal razón por la que se generan desinformación y bulos es la de perjudicar la imagen o la reputación de personas y organizaciones. Los participantes también perciben que está muy presente el deseo de obtener un beneficio, ya sea para la persona que genera falsedades o para el colectivo al que pertenece. Según periodistas y comunicadores, la labor de las agencias de verificación es imprescindible para contrastar temas especializados, como científicos o sanitarios, y no lo es en la misma medida para contenidos de tipo general.
Resumen de conclusiones del estudio:
• Un 66,7 % del público en general y un 60,7 % de los profesionales de la comunicación perciben un aumento del volumen de bulos (fake news) y desinformación tras la pandemia.
• Para un 57,6 % de periodistas y comunicadores y para un 47,4 % del resto de participantes, todos somos culpables de la difusión de bulos y desinformación.
• Solo el 11,3 % de los profesionales de la comunicación cree que los medios son responsables de crear o difundir falsedades, pero un 31,6% del resto de entrevistados cree que los medios tienen responsabilidad en este problema.
• La desinformación que más afecta a la ciudadanía es la de tipo político, según lo señalan el 84 % de los periodistas y comunicadores participantes.
• El 69,2 % de quienes no se identificaron como profesionales de la comunicación marcó las falsedades de tipo social como las que más afectan.
• Para los periodistas, las redes sociales más activas en la propagación de desinformación son las de los particulares (92,7 %) y las de políticos y partidos (78,9 %).
• El 75,7 % de los profesionales de la comunicación opina que los medios nativos digitales son muy activos en la propagación de falsedades, seguidos de la televisión (47,9 %).
• Las agencias de información son poco o nada activas difundiendo bulos y desinformación para un 80,6 % de los periodistas entrevistados.
• La mayoría de los tipos de desinformación, salvo la sátira o la parodia, son considerados muy dañinos por los periodistas y comunicadores. Sobre todo, la de tipo «contenido engañoso», que se ve así por un 96,9 %.