“Nómada” es el adjetivo que se usa para calificar a los que prefieren viajar de un lugar a otro y disfrutar de las ventajas que tiene la virtualidad para desarrollar cualquier oficio, una práctica que está bastante normalizada en estos tiempos. Tanto así, que el 26% de los españoles o ya son nómadas digitales o están preparándose para comenzar la travesía, según datos de una encuesta realizada por la agencia de viajes online Rumbo.es.
El teletrabajo se ha posicionado con fuerza en España en tan solo un par de años. Con la pandemia, confirmamos más que un trabajo bien hecho no está supeditado al lugar desde donde se realiza, especialmente, en aquellas profesiones donde no importa dónde estés, sino los resultados obtenidos. Lo cual no sólo ha supuesto una oportunidad de conciliación laboral, sino también de disfrutar de una de las aficiones que más pasiones levantan y que, tras la pandemia, tanta falta nos hace: ¡Viajar!
¿Qué es lo que hace a los nómadas digitales tan particulares?
● Interés por adentrarse en otras culturas. La posibilidad de explorar otros mundos viviendo su día a día como uno más es uno de los sueños que el teletrabajo permite cumplir. No eres un mochilero o un turista con cámara en mano; eres parte de la sociedad y esto da un plus de experiencia personal único. Conocer nuevas personas y lugares, vivir nuevas culturas, decir adiós a la rutina, viajar constantemente, ahorrar en lugares con un menor coste de vida…todo ello sin necesidad de pedir vacaciones.
● Conectar con la naturaleza, la prioridad de los nómadas. Las prisas, los atascos, el bullicio…son elementos de las grandes ciudades que hacen que deseemos dar un parón. De hecho, descubrir y experimentar la cercanía con el medio ambiente se ha convertido en el principal motivo de los españoles para decantarse por el trabajo virtual: el 42% de quienes trabajan desde otros países afirman que es un factor fundamental, de acuerdo a la encuesta de Rumbo.es. Cambiar de clima para disfrutar del buen tiempo es la razón que mueve al 39% de los teletrabajadores, además de ese inmenso deseo de romper con la rutina (35%)
● Las condiciones, más importantes que el paisaje. Que sí, que trabajar en Cancún puede dar envidia a cualquiera, pero los nómadas digitales no se dejan llevar sólo por eso. Para ellos es fundamental que el destino cuente con condiciones de infraestructura y tecnológicas lo suficientemente modernas como para desarrollar su trabajo, a fin de cuentas, ése es el principal objetivo. Un entorno confortable es primordial para el 58% de los españoles, además de contar con una habitación luminosa (55%) y poder disfrutar, sobre todo, de paz y tranquilidad (50%).
Los destinos que triunfan entre los nómadas digitales:
Canarias: la oficina con más de mil kilómetros de playa
¿Y si tu oficina tuviese como comedor una costa? En Canarias es posible gracias a sus ilimitadas vistas al mar, rodeadas de una naturaleza única y con una temperatura media anual de 23 grados. Una oficina con playas espectaculares y parques naturales donde desconectar entre llamadas y correos, harán que el surf, los chiringuitos y los paseos por la orilla se conviertan en el mejor afterwork.
Málaga: la metrópoli del teletrabajo
Esta provincia andaluza recibe cada año miles de turistas atraídos por su cultura, patrimonio, sus playas y su clima; y ahora, también por el teletrabajo. Su entorno tecnológico, la gran cantidad de centros de negocios, espacios de coworking, excelente cobertura de Internet, sus precios muy asequibles y la calidad de vida son algunos de los argumentos indiscutibles para elegir este destino. Por supuesto, cerrar el ordenador e ir a disfrutar del arte malagueño por la calle Larios, la Alcazaba o el Muelle Uno serán motivos que harán que no te querrás marchar.
Asturias: cuando el campo es tu jefe
El norte de España también ha cobrado relevancia gracias a sus entornos naturales, su gastronomía espectacular y un clima agradable para afrontar la primavera y verano de la mejor forma posible. Además, su interesante oferta inmobiliaria hará que una casita en una de sus zonas rurales más apartadas de los grandes núcleos urbanos sea una experiencia única donde teletrabajar con una tranquilidad que, difícilmente, se puede encontrar en otros lugares.
Portugal: el vecino todavía por descubrir
Un destino internacional dentro de la península ibérica donde conjugar teletrabajo y ocio será el menor de los problemas. La cercanía casi de hermandad que tenemos con los portugueses, su buen clima y diversidad de paisajes nos atraen tanto como irnos una temporada a vivir. Lisboa, el hogar del delicioso Pastel de Nata, es una de las mejores ciudades para trabajar desde casa, gracias a su buena oferta de infraestructura con fácil acceso a las playas perfectas para nadar a primera hora o tras la jornada laboral. Por otra parte, Oporto, esa ciudad portuaria tan barata y cómoda de visitar, ahora es el templo de muchos nómadas que no se conforman con paseos de fin de semana ¡Quieren más!
Italia: la dolce vita del teletrabajo
El país con más patrimonios de la humanidad del mundo es, sin duda, uno de los mejores fondos de pantalla en las reuniones de trabajo que, además, te da la oportunidad de comenzar la jornada con un delicioso café italiano y una ciambella a tope de sabor. En ciudades como Milán se puede aprovechar de una gran cantidad de espacios de coworking, situados casi al lado de epicentros culturales y de ocio de gran popularidad internacional. Otra opción es Sicilia, gracias a su conocido estilo de vida isleño y sus pueblos de montaña le convierten en el lugar ideal donde escapar del bullicio urbano y relajarse mientras se cumple con las obligaciones laborales.
República Dominicana: el Caribe como escritorio
Los más aventureros prefieren alejarse unos cuantos kilómetros y perderse del mundo. La conocida ‘República del merengue’ es uno de los enclaves favoritos de los nómadas digitales que no se lo piensan dos veces para cruzar el charco. Más allá de sus playas cristalinas, su estilo de vida tan divertido y alegre le convierten en un paraíso del teletrabajo. Santo Domingo, su capital, ofrece la oportunidad de vivir la experiencia de habitar la primera ciudad fundada por europeos en las Américas, en espacios empresariales modernos y siempre con el clima del Caribe.