Kantar ha analizado el entorno del gran consumo en los primeros siete meses del 2022, marcados por la guerra en Ucrania, la crisis energética y por un crecimiento constante de la inflación, y ha pronosticado lo que le deparará al sector en la recta final del año.
La consultora ha situado la tasa de inflación del último trimestre en el 13,7% a mediados de julio, una cifra alta aunque, según los expertos de Kantar, caracterizada por una alta variabilidad, ya que gran parte de los distribuidores y fabricantes han conseguido que determinados productos y categorías no trasladen todo el efecto de la inflación al consumidor. De hecho, aquellas categorías que han sufrido más el impacto de la guerra de Ucrania, como el aceite y la pasta seca, muestran incrementos muy significativos con respecto a otras, además de una alta variabilidad en función del segmento y el distribuidor.
En concreto, un 80% de las categorías de gran consumo han aumentado el precio medio por debajo del nivel del IPC -un 60% en el caso de los productos- y solo el 20% de las categorías han crecido por encima del IPC. Asimismo, el 4% ha mantenido o reducido sus precios frente al año anterior