Andrés Iniesta vuelve a Kobe, la ciudad donde emprendió una nueva faceta deportiva hace cinco años, para invitar a sus amigos japoneses a probar el producto estrella de la gastronomía española: el jamón curado.
Esta es la premisa de la última entrega de ‘Kobe’, la campaña de verano de Navidul con la que la marca líder en jamón curado cierra la historia que comenzó en Navidad, cuando el futbolista manchego relataba, a modo de diario, su llegada a la ciudad nipona, sus impresiones y, sobre todo, su peculiar relación con la cocina japonesa y su plato típico: los okonomiyaki,
En la película inicial, Iniesta se rendía ante el sabor de estas crepes de arroz rellenas pero, después de probar sus innumerables variedades, incluso las de alga o pepino de mar, el jugador se daba cuenta de lo mucho que echaba de menos disfrutar de un buen jamón Navidul. En esta ocasión, Iniesta regresa a Kobe y, aunque sigue ensalzando a la ciudad y su gastronomía, se toma la licencia de ser él quien invite a jamón Navidul.
“Andrés Iniesta representa muy bien esa manera tan nuestra de disfrutar de placeres tan sencillos como un buen jamón, que tanto nos gusta compartir y que siempre es una fuente de comparación con la gastronomía de otros países”, señala Ana Pastor, Marketing Manager de Navidul.